Ay las amigas, las amigas, que haríamos sin nuestras compinchas de tanta correría, desde que se fue y desde antes, desde siempre, son mi apoyo. Están cerca, a sólo una llamada, o dos (nunca oyen el timbre de sus teléfonos), pero bueno una vez que lograste interrumpirlas, acuden a ti, raudas y prestas a consolarte como sólo ellas saben: ¡jodiéndote! y te joden, y te dicen las trilladas frases: "es mejor así", "pasará lo que tenga que pasar", "...si no vuelve, nunca fue tuyo"... y por último: "ya no me jodas con esa mier... ¡maquíllate, trépate en tus tacones más altos y vamos a conquistar el mundo! Y no te dejan, y organizan reuniones, y salidas, e inventan chismes... y así pasan los días y sobrevives!!